miércoles, 27 de mayo de 2009

KIRCHNER… SCIOLI… MASSA… LOS INTENDENTES…

LA CEGUERA DE LA JUSTICIA


La justicia parece dar vía libre a la ilegalidad e inmoralidad más expuesta de l historia Argentina. La inmoralidad Kirchnerista.
Es triste ver que la institución para la que uno trabaja y es auxilio, borra una vez más, cualquier tipo de argumento en su defensa.
La crisis política es de principios éticos, morales, de ausencia de argumentos que encuentren como destino univoco el bien común de la sociedad. Cuando los creadores, los ideólogos de todo el andamiaje jurídico y administrativo de los estados encontraron en la división de poderes el remedio para superar las mezquindades personales no pudieron imaginar la miseria y el desdén argentino por sus propios hermanos.
Cuantas veces nos hemos quejado por jueces corruptos, cuantas otros por el hecho de que “entran por una puerta y salen por la otra”. Hace pocos días, a propósito del homicidio en Lanús de Capristo, la Presidente y su sequito salieron raudos y veloces a responsabilizar a la justicia del estado en el que nos encontramos. Es esa misma justicia la que hoy invocan para respaldar sus artimañas.
Soy abogado… y siento una profunda vergüenza de ver a colegas que estudiaron como yo, principios fundamentales del derecho, que igual que yo han tenido acceso a lecturas republicanas, colegas que saben que la ley es el único camino posible de una organización civilizada, colegas que como yo pueden optar por usar sus conocimientos en beneficio propio, del cliente… o de la sociedad. Siento una profunda vergüenza que esa institución “manchada”, teñida por el mayúsculo descrédito que le profesa el pueblo, a la que he jurado defender, y con esta nota lo hago, el Poder Judicial, continúe sin mensura caminando hacia el ocaso de valores morales que la sustenten más allá de sus errores.
Quiero agregar, para que el lector entienda, porque a pesar de estar profundamente avergonzado y débil frente de estos sucesos, soy un hombre con esperanza. Las instituciones no son las culpables de los hechos, la culpabilidad es intrínseca a las personas que ostentan aquella representación. Más tarde o más temprano el Poder Judicial será saneado y volveré a sentirme orgulloso de pertenecer, como auxiliar, al poder del estado que debe garantizar el ejercicio de cualquier derecho, a los privados o al estado mismo.
Eva Perón decía “… a cada problema social, le corresponde una respuesta institucional…”, ese es el fin último de cualquier Institución Pública, dar respuesta a cuestiones sociales del soberano, cuando esas respuestas no ocurren, esa Institución carece de sentido alguno. La Justicia no es culpable de las más absolutas miserias políticas que la Argentina pudo ver, la Justicia no es culpable del Kirchnerismo, pero a la justicia, yo… miembro auxiliar de ella, la encuentro absolutamente responsable de esas cuestiones.




Maximiliano Sampellegrini
27 de mayo de 2009

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