domingo, 1 de noviembre de 2009

EL PROYECTO DEL GOBIERNO… “UN ASADO CON GUSTO A POCO”.

Una nueva oportunidad se dejará pasar.

Acabo de terminar la lectura del proyecto de ley enviado por el ejecutivo nacional al Congreso, mediante el mensaje nº 1596, firmado por el Dr. Aníbal Fernández y Randazzo.

Me pregunto como lo hacen, como logra el Gobierno que esté en contra de aquello que creo conveniente hacer. Me encuentro en una paradoja. Hace varios años que estoy convencido que nuestro sistema electoral debe ser modificado, renovado y modernizado, he escrito, reescrito, corregido y retocado un proyecto de reforma durante más de tres años. Sin embargo lo único que encuentro en el mensaje 1596 son un montón de frases de excelente tono, reveladoras de consensuados deseos públicos que nada tienen que ver, o muy poco con el articulado del proyecto.

Frente a esta paradoja personal, y para buscar respuestas, me pregunto como el kirchnerismo ha llevado adelante este proyecto. Es decir cómo se construyó. En base a que diagnostico. Buscando que destino. ¿Qué se quiere reformar?¿cómo es la realidad futura que se busca?

Lamentablemente desconozco, y dudo mucho que alguien explique o contesto estas preguntas. Lo que sí sé, es cuál fue mi diagnostico, qué quiero reformar y qué escenario quiero lograr con la reforma del código electoral.

Yo parto de un análisis que me muestra una carencia de representatividad total, de una relación entre representantes y representados nula, de un “que se vallan todos” que aún no ha sido saldado, de un ballotage en el año 2003 que nos dejó un presidente con muy poca legitimidad, de cuestionadas campañas electorales, de gastos en publicidad monstruosos, de partidos políticos copados por “supuestos poderosos” iluminados, de elecciones generales en las que se enfrentan afiliados de un mismo partido, de uso y abuzo de la pobreza, la prebenda, el clientelismo político, de candidaturas truchas, de una justicia electoral sometida, de fraudes electorales irresueltos, de saqueo de boletas, de votos validos de difuntos, de partidos políticos vacios de ideas y planes, de políticos de marketing, de la “borocotización”, de representantes electos que renuncian para cumplir otras funciones, de gobernantes que no gobiernan, de ciudadanas bonaerenses que legislan en o por Santa Cruz, de ciudadanos Santa Cruceños que ¿legislarán? por la provincia de Buenos Aires, de votantes que no saben que votan, de ciudadanos que no saben qué hacer… que están artos.

Tan difícil era mirar un poquito la realidad. El proyecto de reforma electoral prometía ser una bandera de reforma política, una excusa para repartir nuevas cartas que permitieran soñar nuevamente, sin embargo nuevamente esconde detrás de incuestionables razones y sanos objetivos los más mezquinos egoísmos de un poder político cuyo único fin es permanecer.

Tristemente aun no se han dado cuenta que su permanencia estaría asegurada tan solo equilibrando la balanza, evitando los excesos, ahogando las broncas y alimentando a los argentinos.

Esta reforma es otro asado con gusto a poco, otra esperanza diluida. Una vela más que se apaga soñando, que otra llama pueda iluminar a estos enceguecidos.

Maximiliano Sampellegrini

29/10/2009

No hay comentarios.: